Querid@s seguidores, el verano ya está llegando a su fin y hay que pensar en la vuelta a la vida normal, a la rutina y a los cafés de por la mañana, pues para esos cafeteros va dedicado el dulce de esta semana, se trata de un pudin de café.
El pudin o budín (en inglés pudding) es un tipo de postre. El de chocolate es el más famoso, aunque yo he realizado la variante con café (pues los chocolateros ya tienen en este blog muchos dulces donde elegir).
Hay dos tipos principales de pudin: uno cocido y luego enfriado, con una textura parecida a las natillas, que se consume habitualmente en Estados Unidos, Canadá, sur y sureste de Asia (que es el que hoy os presento); y otro horneado o cocido al vapor, parecido a un pastel, popular en el Reino Unido, irlanda, Australia y Nueva Zelanda.
A finales del siglo XIX y principios del XX, se creía que el pudin de chocolate era un plato apropiado para inválidos o niños, además de como postre. No se consideraba una comida saludable en el sentido moderno del término, sino como una comida completa y calórica para quienes tenían poco apetito debido a su mala salud.
Después de haberos endulzado un poco la semana, espero veros la próxima semana como siempre.
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Pudin de café |