Hola de nuevo a tod@s, en este mes en el que celebramos la Semana Santa. Para celebrar esta festividad os traigo un dulce muy típico tanto de Cuaresma como de Semana Santa, las torrijas.
La torrija se aromatiza, al gusto, con diversos ingredientes: canela o algún licor, y se endulza con miel, almíbar o azúcar. Se trata de un alimento de origen humilde que satura pronto al comensal.
La torrija o torreja aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: "miel y muchos huevos para hacer torrejas", al parecer como plato indicado para la recuperación de parturientas. La torrija era a comienzos del siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino (chatos).
La asociación de la torrija a la cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad.
Hoy os presento unas torrijas especialmente diseñadas para los niños y los golosos en general, con formas diferentes y atractivas, aunque al que es goloso, no se le necesita atraer con nada especial, ¿verdad?
Deseo que estas torrijas sean de vuestro agrado y os espero el mes que viene con otro sabroso dulce.
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